Los primeros indicios hablan ya de Toletum en el siglo IV
a.C. como la capital de la Carpetanía, según Plinio. Los
romanos la toman en el año 192 a.C. y desarrollaron una importante industria
del hierro y de la acuñación de monedas. De esta época quedan restos del circo
romano junto con un anfiteatro, una villa y construcciones para el
abastecimiento de agua.
A comienzos del siglo V d.C. es conquistada por dos pueblos
germánicos: primero los alanos (411) y después los visigodos (418) a mediados del siglo VI se fija aquí la
capital del reino visigodo de Hispania.
Tras la invasión musulmana el protagonismo de Toledo decaerá
durante tres siglos hasta que en 1085 es tomada mediante un pacto por el rey de
Castilla, Alfonso VI. Durante más de dos siglos, hasta el reinado de Alfonso X
el Sabio, Toledo se convierte en centro intelectual europeo con la instalación
aquí de la escuela de Traductores.
El casco viejo está bien delimitado por la hoz del río Tajo.
Las fiestas patronales se celebran el 15 de agosto. La fiesta
o tradición más popular y arraigada de Toledo es la procesión del Corpus
Christi. Existen ya referencias de esta procesión en el siglo XIII.
Callejeando por Toledo
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